25 de octubre de 2007

TURISMO HACIA LA SUSTENBILIDAD ¿UNA VISIÓN O UNA ESTRATEGIA?



TURISMO HACIA LA SUSTENTABILIDAD ¿UNA VISIÓN O UNA ESTRATEGIA?

La palabra sostenibilidad o sustentabilidad se escucha muy a menudo hoy en día, pareciera ser una moda, un concepto innovador o algo que simplemente se usa. Pero quizás podríamos tomar este concepto y centrarnos en entender como éste nos afecta y de qué manera determinará nuestros destinos. Para esto es necesario que nos veamos a nosotros mismos, no sólo como ciudadanos de esta región o de este país, sino como ciudadanos del planeta. Tenemos que elevar nuestras miradas más allá del territorio, más allá del continente y entender cuál es precisamente la situación que vivamos como especie. En estos tiempos todavía son muy pocos los que se detienen un momento para levantar la cabeza y ver hacia donde nos dirigimos, y menos aún, los que se preguntan qué estamos haciendo para llegar allá.
Entender la sustentabilidad requiere de observar al mundo con una mirada global.
Los países desarrollados ya tuvieron que pasar por todos los procesos y cometer muchos errores necesarios para finalmente llegar a nuevas soluciones que permiten tener la ilusión de seguir sobreviviendo como especie (soluciones que ni siquiera ellos mismos han podido aplicar). Cuando uno aborda la sustentabilidad como concepto, no hace nada más ni nada menos, que plantearse la perpetuidad de la especie humana sobre el planeta. Si somos animales que poseemos una inteligencia que nos permite anticiparnos a los hechos, proyectar situaciones, diseñar estrategias, estimar lo que pueda pasar en el futuro de materias de economía, política, salud, población, ecología y turismo ¿Por qué le estamos dando este destino al planeta?
Es entonces que nade la pregunta ¿Es la sustentabilidad en realidad una opción, o es más bien una necesidad?
Si se comienza a frenar inmediatamente los modelos actuales que están rigiendo nuestro desarrollo como país, estaremos ignorando las voces de las tendencias y los claros indicadores de devastación que nos señalan que vamos rumbo a la autodestrucción.
Es precisamente aquí donde los planificadores locales, tenemos una posibilidad de diseñar el camino que nos permita generar el cambio, a más bien participar activamente de éste.
Como país en vía de desarrollo (Chile), tenemos la gran ventaja de poder elegir la estrategia, de analizar los modelos que han fracasado, de identificar los errores para no volver a cometerlos, de diseñar nuestra propia forma de desarrollo, y a partir de nuestra identidad los errores no volver a cometerlos, de diseñar nuestra propia forma de desarrollo, y a partir de nuestra identidad, plantearnos un modelo propio que rescate lo mejor de los ya existentes. Una decisión que, al parecer, debe nacer de nosotros como actores presentes. Desde nuestras propias disciplinas podemos aportar con nuestras experticias: agricultores, artesanos, técnicos, ingenieros, ciudadanos, todos, a partir de una propuesta honesta y transparente, nos podemos permitir abrir los caminos de la cooperación y del acuerdo orientados hacia una mismo fin, el desarrollo sustentable.
En lugares en donde se debe lidiar día a día con proclamación del turismo libre de impactos medios ambientales y culturales, defender el patrimonio cultural, étnico y natural que es el que nos alimenta hoy, con el cual nos retroalimentaremos mañana. De esta forma, si reestablecemos, la armonía entre el medio ambiente, cultura y espiritualidad, podremos avanzar hacia una región de destino más verdadera y viable.
Será entonces que habremos entendido que sustentabilidad no es una opción, ni siquiera una alternativa, sino más bien el único camino. Hay que aprovechar lo que ocurre aquí, desde el despertar de algunos pretende avisar a los demás que ya no hay tiempo de perder, que el manejo adecuado de esta herramienta de desarrollo probablemente nos permita decidir en conjunto dónde queremos llegar mañana, qué tipo de destino turístico queremos ser, qué calidad de experiencias podemos entregar y quiénes serán los invitados a vivirlas.
El turismo, como actividad estratégica de avance hacia la sustentabilidad, no es una moda, no es un simple concepto, no es ni siquiera una visión, es más bien una necesidad. Representa el camino, la estrategia para el aprovechamiento de una oportunidad, en definitiva una posibilidad concreta de cambiar el modelo actual. De esta forma no sólo podremos plantearnos en el mercado como país responsable y conciente, sino que procuraremos que esta tierra que nos alberga hoy, permanezca casi intacta para albergar a los que vendrán mañana.

Marta Lorenzini
http://martalorenzini.blogspot.com/
http://www.turismo20.com/profile/mlorenziniv