La pobreza es la carencia de recursos necesarios para satisfacer las necesidades de una población o grupos de personas específicas, sin tampoco tener la capacidad y oportunidad de cómo producir esos recursos.
La incidencia económica que tiene el turismo en las economías locales es un dato que no se puede pasar por alto. La OMT, ha demostrado y comprobado que si se desarrolla un turismo responsable de manera sostenible y a favor de mejoramiento de calidad de vida de las comunidades, existe la posibilidad de atenuar la pobreza de dicha comunidad.
El turismo es un derecho, tal como se ha establecido internacionalmente, por lo que todo el mundo tiene derecho a disfrutar de ello. Es lo que se denomina turismo para todos.
Se considera que el turismo puede ser una importante fórmula para ayudar a los países en desarrollo a mejorar su calidad de vida, e incluso, salir de la pobreza. El turismo tiene así un papel fundamental que jugar en materia de alivio de pobreza mundial.
Una de las piedras angulares del turismo sostenible, desde el punto de vista ecológico, social y económico es el bienestar de las comunidades y la conservación de su entorno.
El turismo crea incentivos económicos para proteger recursos que de otro modo carecerían de un valor en el mercado: genera trabajos en el destino, exige construcción de infraestructura que beneficia por igual al residente y al visitante y, además recibe ímpetus intermediarios de casi todos los sectores, puede asumir el papel de liderazgo en la adopción de planeamientos sostenibles al presionar a sus proveedores que le suministran bienes y servicios a su vez de forma sostenible.
La sostenibilidad implica, pues un proceso de cambios, que en el último tiempo depende de la voluntad y de los valores de los agentes sociales para liberarse de las inercias existentes y llevar a cabo las transformaciones necesarias en los sistemas que operan.
La incidencia económica que tiene el turismo en las economías locales es un dato que no se puede pasar por alto. La OMT, ha demostrado y comprobado que si se desarrolla un turismo responsable de manera sostenible y a favor de mejoramiento de calidad de vida de las comunidades, existe la posibilidad de atenuar la pobreza de dicha comunidad.
El turismo es un derecho, tal como se ha establecido internacionalmente, por lo que todo el mundo tiene derecho a disfrutar de ello. Es lo que se denomina turismo para todos.
Se considera que el turismo puede ser una importante fórmula para ayudar a los países en desarrollo a mejorar su calidad de vida, e incluso, salir de la pobreza. El turismo tiene así un papel fundamental que jugar en materia de alivio de pobreza mundial.
Una de las piedras angulares del turismo sostenible, desde el punto de vista ecológico, social y económico es el bienestar de las comunidades y la conservación de su entorno.
El turismo crea incentivos económicos para proteger recursos que de otro modo carecerían de un valor en el mercado: genera trabajos en el destino, exige construcción de infraestructura que beneficia por igual al residente y al visitante y, además recibe ímpetus intermediarios de casi todos los sectores, puede asumir el papel de liderazgo en la adopción de planeamientos sostenibles al presionar a sus proveedores que le suministran bienes y servicios a su vez de forma sostenible.
La sostenibilidad implica, pues un proceso de cambios, que en el último tiempo depende de la voluntad y de los valores de los agentes sociales para liberarse de las inercias existentes y llevar a cabo las transformaciones necesarias en los sistemas que operan.